Sextech… aunque algunos de ustedes no estén preparados para este baile… a sus hijos les encantará.
Sextech
¿En qué consiste el ‘sextech’ (el sexo que practicaremos en el futuro)?…Robots idénticos a tu celebrity favorita o a tu expareja y dispositivos que hacen sentir las caricias de un modo cien por cien remoto. La línea entre el sexo real y virtual está condenada a desaparecer.
En 2045 uno de cada cinco jóvenes tendrá sexo con un robot de forma habitual, dicen los estudios… y aseguran que, para entonces, serán más frecuentes las relaciones sexuales entre humano y androide (o ginoide, cuando tengan aspecto de mujer) que entre personas. El sexo del mañana será cada vez más tecnológico, pero no solo porque se popularizarán los muñecos con forma humanoide dotados de Inteligencia Artificial y sofisticados sistemas operativos.
Existirá la posibilidad de acariciar a nuestra pareja aunque se encuentre a cientos de kilómetros de distancia, podremos imprimir en 3D una réplica exacta de los genitales de otro ser humano para después coordinar sus movimientos con una app móvil o utilizar tecnología que nos haga sentir en nuestro propio cuerpo el orgasmo de varias personas simultáneamente.
El sextech, es la unión entre tecnología y sexo, nos permitirá en solo una o dos décadas explorar universos íntimos aún difíciles de imaginar. Y si… quizás estaremos en presencia de una revolución sexual mucho mayor: una que se colará entre nuestras sábanas, con la tecnología al frente.
Dentro de veinte años, este mercado se presume tres veces mayor de lo que es en la actualidad y podrá multiplicarse por siete para el 2050. Estamos a punto de presenciar el crecimiento de los digisexuales: personas que tienen relaciones sexuales casi únicamente con máquinas”, según Neil McArthur, profesor universitario especialista en el tema.
Aunque parece solamente ciencia ficción, ya existen en el mercado recreaciones que van por ese camino. Hemos asistido al nacimiento de robots concebidas para prácticas sexuales, como Harmony, la primera máquina erótica con Inteligencia Artificial, presentada en 2018 por la empresa Real Doll. Se trata de una muñeca a tamaño real que vale alrededor de 14,000 dólares, capaz de hablar, de memorizar las preferencias de su compañero o compañera y de realizar prácticas sexuales como tríos o azotes con látigos, si es eso lo que nos gusta.
La misma empresa ha lanzado hace poco Henry, su versión en androide. Otros ejemplos son Emma, de la empresa china AI-AI o la muñeca Samantha, nacida de una mente española: la del experto en nanotecnología Sergi Santos…la cual tiene la particularidad de interrumpir sus funciones si la otra parte se comporta de forma abusiva con ella. Aunque este tipo de inventos cuentan con muchos detractores y no pocas voces opositoras, en muchos países no existe legislación clara que permita su prohibición o que establezca límites a estos productos.
El informe Future of Sex, realizado por varios especialistas en la materia, asegura que poder tener sexo con un ex será una realidad que no tardará en llegar a nuestras vidas. Se podrán, además, recrear personas de nuestro entorno, como a nuestra propia ex pareja. Y no solo escoger el físico de nuestro sexbot (robot sexual), sino también personalizar aspectos como su grado de timidez, simpatía o apetito sexual. Una vez customizado, será posible mantener conversaciones con ellos, realizar actividades conjuntas como las que haría cualquier pareja y, por supuesto, llevar a cabo diferentes prácticas sexuales.
Normalmente confeccionados con silicona, la ciencia explora diferentes materiales cada vez más similares al tacto de la piel humana. De hecho, las muñecas diseñadas por Santos están hechas con elastómero termoplástico: un componente que emula la sensación de tocar a una mujer real. Estos productos integran sensores térmicos capaces de reaccionar al tacto, a la vez que la Inteligencia Artificial se ocupa de recordar y adaptar las preferencias sexuales del usuario.
En Japón, por ejemplo, hay un número creciente de personas con parejas virtuales, lo que nos lleva a recordar a Akihiko Kondo, que se hizo famoso en el mundo entero por haber contraído nupcias con un holograma. ¿Existe una relación entre el avance de esta tecnología y el peligro de perder la conexión natural con otras personas? Casualidad o no, el país nipón es uno de los que se encuentran a la vanguardia en digitalización sexual y suelen llenar los aforos de sus eventos pornográficos virtuales, pero también es una de las naciones donde la edad del primer coito es más tardía: casi dos de cada cuatro japoneses de 30 años siguen siendo vírgenes.
‘Sex toys’ inteligentes
Los robots no son los únicos juguetes sexuales inteligentes que van a transformar la vida sexual del futuro próximo. En 2035, en la mayoría de los dormitorios habrá juguetes sexuales, normalmente para ser utilizados en escenarios de realidad virtual.
Y la principales tecnologías que impactarán en el sector de los Sex toys serán: IA, robótica y tecnología ‘active skin’. Esta última “hará que dispositivos microscópicos se inserten en la piel humana, muy cerca de los vasos sanguíneos y de los nervios, lo que permitirá que una Inteligencia Artificial externa pueda recibir información sobre las respuestas sexuales de la persona, siendo capaz de grabar y reproducir sensaciones.
En el caso de los robots o androides, podrán usar esta tecnología para estimular directamente el sistema nervioso, ajustar sus actividades a las técnicas o fantasías que la persona disfrute más, con información basada en una reacción muy exacta a tiempo real, que será mucho más efectiva que la intuición que ahora utilizamos las personas para intentar percibir qué le gusta a nuestra pareja durante las relaciones sexuales.
Los desarrolladores están convencidos de que tras algunas sesiones en las que la máquina haya aprendido y creado una biblioteca de sensaciones sobre el usuario, mantener relaciones sexuales con un robot equipado con IA resultará mucho más gratificante que con cualquier ser humano.
Adiós a las barreras físicas
Uno de los campos en los que se vivirá un mayor progreso es en el del sexo remoto. Las personas que hoy mantienen relaciones a distancia lo tienen mucho más fácil que aquellas parejas de hace una o dos décadas.
Ahora podemos ver y escuchar a la otra persona en tiempo real, incluso tener relaciones sexuales gracias a productos de la teledildónica, tales como vibradores inteligentes interactivos o masturbadores masculinos que permiten sincronizar sobre el pene los movimientos exactos de un vídeo. También existen almohadas capaces de reproducir el latido del corazón de tu pareja o gadgets como Le Kissenger, capaz de acercar a nuestros labios, a través de unos sensores de fuerza, el beso de nuestro enamorado o enamorada, aunque se encuentre en la otra punta del mundo.
Sin embargo, conformarnos con esto rozará pronto lo anticuado: ya están en desarrollo dispositivos sexuales tan avanzados que nos harán sentir las caricias de nuestra pareja de un modo cien por cien remoto o impresoras que nos permiten reproducir, desde nuestra casa, sus partes íntimas en 3D para sentirlas junto a nosotros todo el tiempo.
Por no hablar de los trajes hápticos que nos harán sentir todo tipo de impulsos eróticos en cualquier zona erógena del cuerpo.
El sexting dará también un giro de 360 grados: las apps y redes sociales no solo servirán para compartir contenido o conocer gente, sino que podrá llevarse a cabo el 100% de la relación sexual dentro del mismo software.
Esto se hará porque los dispositivos no solo transmitirán imágenes y sonidos como ahora, sino también reproducirán en el cerebro a ilusión de compartir aromas y caricias, variaciones de temperatura o diferentes niveles de fuerza, contando con la contribución de disciplinas como la neurociencia.
Las innovaciones en el campo de la realidad virtual harán posible recrear escenarios eróticos interactivos, tomar parte de juegos sexuales online multijugador o crear avatares sexuales.
Será posible tener sexo completamente a la carta: elegir el lugar en el que queremos que el encuentro tenga lugar, los rasgos físicos, voz, ropa, incluso la personalidad o posturas sexuales que queremos que lleven a cabo nuestros compañeros. Se predice que los hologramas mejorarán de forma impactante en los próximos años.
En otras palabras, la línea entre el sexo real y virtual está condenada a desaparecer.
Las preguntas y cuestionamientos podrán ser muchas y debemos esperar a que el futuro nos alcance para entender realmente lo que esta por suceder. Sin embargo varios especialistas coinciden es en que la civilización post-Satisfyer no concebirá el sexo sin tener presente a las máquinas, de una u otra forma… quizás no al 100% … o quizás si! Esto no podremos saberlo hasta que en efecto suceda… sin embargo y como siempre lo he dicho… mientras tanto… Let’s Love Play! #hagamoscuac
Mr. Pato
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