ORGASMO DE PRÓSTATA, EL MÁS PLACENTERO.
ORGASMO DE PRÓSTATA, EL MÁS PLACENTERO.
Si el placer es el objetivo, búscalo sin restricciones. Demasiado tiempo llevamos supeditados a prejuicios, dogmas y prohibiciones absurdas como para seguir por ese tedioso camino. No hay parte de tu cuerpo sucia, abyecta ni despreciable, y mucho menos zona que debas ignorar o desatender. El miedo y los estigmas que rodean a la estimulación anal, principalmente en los hombres, son solo fruto de la desinformación y de una masculinidad mal entendida.
Continuar con la idea de que el hombre hombre es el penetrador impenetrable no te convierte en el macho alfa de ninguna manada, solo te priva de oleadas de placer indescriptible.
La próstata es un regalo, y un regalo jamás se rechaza.
Y ahora, antes de seguir leyendo, si te estás preguntando para qué tanta historia si tú ya tienes orgasmos masturbándote a la antigua usanza, escucha. Los orgasmos alcanzados a través del pene se sienten, básicamente, en la zona genital. Los orgasmos inducidos por la estimulación de la próstata provocan sacudidas en todo el cuerpo, desde las piernas hasta el tórax. Así que apunta: orgasmos muchos más intensos y poderosos.
Pero si esto por sí solo no te convence tenemos otra razón: la masturbación de la próstata es la única oportunidad que tiene un hombre de experimentar el multiorgasmo. ¿Por qué? Porque el clímax que sobreviene con el masaje prostático no siempre implica eyaculación, eliminando así el periodo refractario que impide continuar con la estimulación.
Para empezar, ¿dónde se encuentra la próstata?
Sí, buena pregunta, lo primero es saber qué son y dónde están las cosas, no vayas a buscar la próstata con una PCR, aquí no hay palito por la nariz que valga. Y podía ser un chiste penoso (ojalá), pero lamentablemente una encuesta de la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés) determinó que solo uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años sabe para qué sirve la próstata.
Pues bien, hablamos de una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino y que, junto a los testículos y a las vesículas seminales, produce el semen.
Del tamaño de una nuez (aunque sus medidas varían con la edad), la próstata se ubica debajo de la vejiga y está atravesada por la uretra, el conducto que transporta la orina y el semen al exterior a través del pene.
Con esto claro, ¿cómo llegamos a ella para estimularla? A través del ano. ¿Y es doloroso? No, si lo haces como es debido: lubrica, relaja, dilata y empieza poco a poco con las manos o con juguetes pequeños. Pero tranquilo que ahora te lo contamos paso a paso para que llegues cómoda y fácilmente al lugar donde se desencadenan los orgasmos masculinos más poderosos. ¿Nos acompañas?
Estimulación manual
La estimulación manual es una forma magnífica de comenzar a jugar y restar presión al momento.
¿Vas a intentarlo a solas?
Prueba en la ducha. Estás desnudo, relajado y en un ambiente cálido y húmedo.
Comienza con uno o dos dedos a masajear el perineo y la zona anal con movimientos circulares y ¡ojo!, jamás te olvides del lubricante.
Introduce poco a poco los dedos (de nuevo uno o dos, no el puño) dando tiempo a que la musculatura se dilate.
Dirige ahora tu dedo hacia el abdomen hasta que encuentres un bultito.
Si sientes ganas de hacer pis, tranquilo, es una sensación normal, no pares.
Mueve los dedos en círculos, imprimiendo distintos grados de presión y fuerza, dando golpecitos… todo lo que se te ocurra. Se trata de conocer cómo responde tu cuerpo ante estos nuevos estímulos.
Puedes combinar este masaje con la estimulación genital para que el orgasmo sea más completo.
¿Quieres probar la estimulación manual en pareja?
Dile lo que quieres.
Pídele que masajee la zona externamente valiéndose de una buena cantidad de lubricante.
Una vez que te sientas preparado y que la zona esté suficientemente lubricada y relajada es el momento de introducirse dentro poco a poco, dilatando la musculatura.
¿Estás a gusto? Pues llegó la hora de buscar la próstata, el bultito del tamaño de una nuez.
Una vez alcanzada, hay que estimular probando diferentes movimientos e intensidades. ¡Disfruta!
Ayúdate de un juguete erótico
Están aquí para facilitarte la vida, así que no desdeñes la mejor ayuda que vas a recibir jamás. La juguetería erótica vive su mejor momento: grandes marcas de reconocido prestigio, mucha competencia que fomenta la calidad, y la última tecnología combinada con un diseño pensado para hacerte disfrutar. ¿El resultado? Increíbles sensaciones imposibles de alcanzar de otro modo, porque por muy diestras que sean tus habilidades manuales, no cuentan con infinitos patrones de vibración para hacerte ver las estrellas.
Estimuladores prostáticos
Elaborados en silicona de grado médico de altísima calidad, hipoalergénica y extrasuave, los estimuladores prostáticos han sido diseñados específicamente para alcanzar el punto P de forma simple y efectiva. Gracias a su ergonomía se insertan de forma indolora y, en la mayoría de los casos, estimulan simultáneamente la próstata y el perineo.
Dotados de potentes motores, (algunos cuentan además con mando a distancia o con la posibilidad de conectarse a tu móvil para poder controlarse a distancia), ofrecen diferentes patrones e intensidades de vibración para garantizarte el clímax más extremo.
Vibradores anales
Utiliza el juguete perfecto para dilatar la musculatura anal, estimular cada una de las terminaciones nerviosas de tu ano y masajear poderosamente tu próstata. Los vibradores anales escalan puestos en la lista de los más vendidos, tanto para hombres como para mujeres. Flexibles para adaptarse a tu anatomía, de tacto sedoso y agradable, de distintos tamaños y muy fáciles de manejar, son la opción perfecta para adentrarse en el maravilloso mundo de la estimulación prostática. Créenos, repetirás seguro.
Utiliza siempre lubricante
Hemos dejado este punto para el final no porque sea menos importante (todo lo contrario), sino porque esperamos que ya tengas claro que para estimular el ano el lubricante es indispensable. Lo hemos dicho por activa y por pasiva (ejem), el ano, a diferencia de la vagina, no lubrica de forma natural.
Pretender entrar a las bravas solo provocará dolor, incomodidad, y la firme promesa de no permitir que nada se te vuelva a acercar por ahí jamás.
La oferta de lubricantes anales es inmensa: de agua, de silicona, perfectos para relajar la musculatura sin adormecerla, con ingredientes naturales para suavizar y cuidar la zona… solo tienes que probar, elegir el que más te guste, y no ser cicatero a la hora de aplicarlo. Ahorra en otras cosas, chico…
Recuerda las tres reglas para experimentar los orgasmos de próstata más poderosos: lubrica, relaja, dilata ¡y a dentro!
Mr. Pato
Deja un comentario