Cómo utilizar correctamente los lubricantes íntimos
Lubricantes íntimos
El uso correcto del lubricante puede provocar enormes y satisfactorias sensaciones de placer durante las relaciones sexuales
En los últimos años, el uso de lubricantes íntimos ha aumentado tanto casi como la utilización del preservativo. Pese a que es un ámbito que aún genera cierto pudor, el uso de ciertos productos puede provocar que las relaciones sexuales cambien por completo. La mayoría de personas los utiliza únicamente para facilitar la penetración, pero es cierto que pueden encontrar otras posibilidades. Descubre todas sus ventajas y dale vida a tus relaciones sexuales.
¿Para qué sirven los lubricantes íntimos?
La mayoría de mujeres utilizan los lubricantes ante problemas de sequedad o falta de lubricación durante las relaciones sexuales. Los lubricantes íntimos son capaces de facilitar y suavizar la penetración, para así permitir el disfrute de ambas partes de la pareja. Pero este producto encuentra otras utilizaciones, todas ellas básicas para mejorar la salud y la vida sexual de los implicados.
Hay motivos diversos por los cuales cualquier persona puede decidir añadir este producto en sus relaciones íntimas. Además de para la penetración vaginal, también se puede usar para el sexo anal. Esta es una zona delicada que debe lubricarse correctamente y dilatarse para que la relación sea placentera.
En otras situaciones, el tamaño del pene, ano o vagina implicados requieren la utilización de este producto casi de manera obligada. En estos casos, el lubricante facilitará la penetración reduciendo las molestias. O simplemente hay quienes los usan para divertirse en la cama.
Si aún no has añadido ningún gel íntimo a tus relaciones sexuales, debes saber que el simple uso de este producto puede mejorar la calidad del sexo con la pareja (e incluso en solitario) de forma rápida y fácil. Se podrán realizar juegos y experimentar con la pareja para que llegue a ser aún más placentero.
¿Cómo utilizar los lubricantes íntimos?
Hay muchas maneras de utilizar los lubricantes íntimos, con el fin de conseguir un mayor placer.
- Durante los preliminares. Ponte un poco en la palma de la mano e impregna la vulva y los labios. Y empieza a jugar sola o con tu pareja.
- Caliéntate con él. La primera regla antes de usar un lubricante es calentarlo, y lo mejor es hacerlo a partir de cualquier contacto o fricción cuerpo a cuerpo.
- No hay forma mala de usar un lubricante. Puedes aplicarlo directamente sobre el cuerpo, en el pene o en el preservativo. Todo vale mientras pongas una cantidad del tamaño de una moneda de dos céntimos y trabajes desde ahí. Dejará de gustarte si te pasas y gotea excesivamente, pues se reducirá toda la fricción y el tacto será mucho menos estimulante.
- Elige el ideal para ti. No todos los lubricantes íntimos son iguales, varían en sus ingredientes y en su viscosidad. Los de mayor viscosidad son recomendables para sexo anal, uso con juguetes sexuales y sexo bajo el agua. Los de baja viscosidad a menudo son de agua y son apropiados para penetración vaginal o sexo oral.
- Aprovéchalo para mejorar sus orgasmos. Durante las relaciones sexuales con un hombre, aplica unas gotitas de lubricante en su perineo, ese punto tan sensible entre el escroto y el ano. Justo antes de que llegue al clímax, toca ligeramente con tus dedos el lugar lubricado y prepárate para enviarle al límite.
Saber utilizarlos es igual de importante que conocer todas las gamas que existen. Así podrás escoger el que mejor va contigo y tu pareja.
Algunos lubricantes íntimos que puedes encontrar en El Patito de Hule:
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